jueves, 22 de abril de 2021

La dimensión societaria del espíritu de la Comuna

Aporte al debate sobre la comuna y el estado comunal en el contexto de la discusión de las leyes de ciudades comunales y parlamento comunal nacional

Al analizar la experiencia de la Comuna de París, Marx saca la conclusión de que “la clase obrera no puede limitarse simplemente a tomar posesión de la máquina del Estado tal y como está y servirse de ella para sus propios fines”. Por el contrario, vio en la comuna “la forma política al fin descubierta para llevar a cabo dentro de ella la emancipación económica del trabajo”.

De esa manera, mientras que el Estado es la forma política de la sociedad dividida en clases sociales antagónicas, con sus manifestaciones específicas según la clase social que ejerza históricamente el control de la sociedad (Estado esclavista, Feudal y Burgués), la Comuna está llamada a ser la forma política del socialismo, en cuyo caso, la categoría de Estado Comunal sólo puede tener el sentido de una transición consciente desde un estadio social en el que, aunque permanecen las divisiones de clase, la función de control la ejerce democráticamente la clase mayoritaria, la clase de los trabajadores y las trabajadoras, con miras a la superación de dichas divisiones clasistas.

En ese sentido, la dimensión de la comuna como forma política no debe estar limitada a la escala de lo local, tal como se aprecia hasta ahora en el la casi totalidad de las llamadas leyes del poder popular, incluidos algunos de los proyectos de leyes actualmente en discusión, con la excepción del proyecto de Ley Orgánica del Parlamento Comunal Nacional, el cual apunta directamente a la redimensión de la Comuna como forma política a escala societaria nacional.

Esa limitación de lo comunal a la escala local, que reaparece con fuerza en el proyecto de Ley de ciudades comunales, fue advertida por el comandante Chávez en el primer Aló Presidente Teórico, cuando se pronunció por la organización de un “sistema unificado nacional” y citando a Mao Tse Tung agrega: “La comuna popular se ha convertido en un sistema unificado nacional”, idea que refuerza seguidamente suscribiendo la propuesta de “Elevar lo local (…); Lo local, confinado sólo a lo local, es contrarrevolucionario. Lo local, unido a lo universal en un tejido social y político, es una fuerza revolucionaria formidable”.

En ese orden de ideas, la Comuna es la carta de navegación como forma de organización política de la sociedad nacional, con miras a la superación no sólo del Estado burgués sino del Estado en general, dada su esencia de “instrumento para la opresión de una clase por otra (…) órgano de dominación de clase” identificada por Lenin en El Estado y la revolución. Esa forma política del socialismo que es la comuna, por supuesto que debe territorializar el ejercicio democrático de administración de los procesos sociales fundamentales en distintas escalas funcionales.

Esas escalas territoriales funcionales en las que se puede expresar la Comuna como forma política societaria, son:

1. La escala vecinal, a cuyos efectos se tendría que proponer un cambio de denominación de los consejos comunales, que pasarían a llamarse consejos vecinales, rescatando un concepto hermoso que hace referencia a la cercanía y a la familiaridad de las relaciones de proximidad residencial. Esto implica que lo que la ley actualmente define como comunidad aplicaría ahora al concepto de vecindad.

2. La escala comunitaria, coincidente con lo que actualmente se entiende por comunas, referida a la agregación de varias vecindades (consejos vecinales) que conforman un espacio vital con una marcada identidad socio-cultural. Esto implicaría un cambio de denominación de las Comunas, que ahora se llamarían consejos comunitarios.

3. La escala distrital o los distritos comunales, para designar lo que en parte se está previendo denominar ciudades comunales. Al proponer la denominación de distritos comunales, se rescata aquella idea expuesta el 20 de octubre de 2012 en el Golpe de timón por el comandante Chávez según la cual “dentro de los distritos motores las comunas”, con la que expresaba su visión de que el distrito motor debía ser el sistema de agregación inmediatamente superior del sistema unificado nacional de la comuna. Esta noción también ofrece la posibilidad de superar la representación conceptual del territorio en parroquias, todavía presente en instituciones nacionales, regionales, municipales y hasta en los partidos políticos de la revolución.

4. La escala local o de las ciudades comunales: esta escala coincide con el concepto de municipio, pero no implica necesariamente que justifique el mantenimiento de la actual división territorial municipal que tiene el país, la cual es susceptible de mejoras sustanciales. Es importante destacar que cuando el Comandante Chávez propuso las ciudades comunales dentro de su proyecto de reforma constitucional en 2007, la justificación apuntaba a la solución de las “grandes desigualdades, grandes asimetrías” derivadas de la concepción discriminatoria de la noción de ciudad frente a lo rural, tal como lo explicó al exponer al país los alcances de la referida propuesta de reforma. Ello se pude resolver sin incurrir en la ambiguación de la categoría ciudad, que se aprecia en el proyecto de Ley de Ciudades Comunales, en el que se aplica el concepto de ciudad a dos tipos de realidades geo-espaciales distintas. A tal efecto se propone hacer coincidir la escala local, actualmente identificada con el concepto de municipio, con el concepto de ciudad como unidad básica del territorio, independientemente de que dentro de los límites de una ciudad comunal existan espacios urbanos y espacios rurales. Es decir que el concepto de ciudad en lugar de usarse para diferenciar el medio urbano del medio rural, integrará ambos medios, urbano y rural, dentro de la unidad básica del territorio.

5. La escala regional, la comuna regional o la región comunal: Coincidente con la escala que actualmente identifica la dimensión estadal.

6. La escala nacional o la Comuna Nacional como superación del concepto de Estado Nacional: Esta es la escala que identificamos con la dimensión societaria como nación, apuntando a la idea de que la Comuna es Venezuela.

A propósito de estas consideraciones, que ponen de manifiesto la posibilidad de trascender el actual marco jurídico del poder popular, sería necesaria la unificación del conjunto de leyes llamadas del poder popular en una especie de Código Orgánico Comunal, que a la vez que armonice todo lo adelantado hasta ahora, incluidas las leyes de los consejos populares de gobierno y otros instrumentos de reciente data, reconfigure y redimensione, no solo la arquitectura jurídica sino lo que al decir del Comandante Chávez en el Golpe de timón es aún más importante, “el espíritu de la comuna” del poder popular como nueva forma política de la sociedad venezolana en su tránsito hacia el socialismo.